Mi nombre es Diego Alfonso González Soto.
Formado como Mtr. Hipnoterapeuta, Programador Neurolingüista, Musicoterapeuta Neurológico, y creador de INNERENTE, una marca personal —clínica y artística— dedicada a la práctica y difusión de herramientas orientadas al desenvolvimiento del ser.
Mi proceso de investigación —o más bien, de búsqueda de respuestas— comenzó formalmente en el año 2009, con la primera lectura sobre fenómenos que, en ese entonces, me resultaban completamente inexplicables, pero que con el tiempo han tomado forma y se han revelado con claridad a mi conciencia.
Con los años, he vivido en carne propia algunos de los engaños más profundos que han sido sostenidos sobre la humanidad de este planeta, a través de sistemas como la religión, la ciencia, la espiritualidad mística ancestral o, más recientemente, la llamada espiritualidad de nueva era.
Atravesar esas capas me ha permitido ver más allá de las distorsiones instaladas en esta matriz holográfica
que conocemos como planeta Tierra.
Y gracias a ello, he llegado a un punto donde el presente lo revela todo.
Los resultados, simplemente, hablan por sí mismos: libertad y seguridad interior.
Fruto de esta expansión, asumí con gusto la tarea de enseñar y difundir mi proceso, con el propósito de empoderar a la humanidad de este presente, orientandola hacia una ascensión sustentada en axiomas incuestionables, atraído siempre hacia el bien más elevado, en plena armonía con mi luz original.
Hoy, con total certeza, puedo decir que cuento con la capacidad y los medios para acompañar y ayudar a quienes —al igual que yo— buscan respuestas profundas a experiencias difíciles de explicar.
Personas que se han sentido abrumadas por temas tan poco abordados como:
La presencia e influencia de entidades interdimensionales,
Las realidades paralelas e internas del ser,
Los mundos de energía sutil e intangibles,
Y la presencia extraterrestre... entre muchos otros más.
A ti, alma maravillosa, que estás leyendo estas palabras en este ahora:
No desistas.
El momento ha llegado.
Es hora de emprender un viaje de regreso hacia nuestra verdadera realidad.